El entorno familiar constituye el primer y más influyente escenario en la vida de un niño, donde se establecen las bases fundamentales para su desarrollo emocional, social y cognitivo. En este contexto, el papel de los padres, cuidadores y figuras significativas no solo es crucial en términos de bienestar físico y afectivo, sino que también se extiende al ámbito del desarrollo autónomo y la inteligencia emocional. Estos elementos no solo permiten que el niño crezca de manera independiente en sus habilidades, sino que le proporcionan las herramientas necesarias para comprender, gestionar y expresar sus emociones de una manera saludable, habilidades esenciales para una vida plena y equilibrada.
A medida de la indagación de este libro, se explora cómo el entorno familiar, en sus diversas formas, actúa como el primer espacio donde los infantes aprenden a desarrollar un sentido de autonomía emocional. Desde el primer contacto con sus cuidadores hasta sus primeras interacciones sociales, los niños absorben una vasta cantidad de experiencias emocionales que moldean su capacidad para tomar decisiones, relacionarse con los demás y manejar las tensiones emocionales cotidianas. En este proceso, la inteligencia emocional juega un papel fundamental, no solo al proporcionar un marco para reconocer y regular las emociones propias, sino también para fomentar la empatía y la capacidad de interactuar con los otros de manera efectiva.
Autor: Alexandra Irrazabal Bohorquez, Alicia Ruíz Ramírez, Alba Jacqueline Avilés Salazar, María Leonor Santander Villao, Marcela Correa-Zuloaga, Zila Esteves Fajardo, Gabriela Solano Sisalima, Lizabeth Ladín Vera, Madelene Larrea Buste.